Santa Palabra: Muere el Guayabero en Holguín
Aracelys Avilés Suárez
“Yo lo conocí en los años 50, desde entonces ya era un sonero. Recorría todos los bares de Holguín, El Casana, La Terraza, el Capri. Era un hombre muy humilde, complaciente, integral como ser humano”. Así lo recuerda Eugenio Remedios, un holguinero de los tantos que hoy se visten de luto por tener que hablar en pasado del gran Juglar Faustino Oramas.
En el museo La Periquera reposa el Rey del doble sentido, cubierto por la bandera cubana. La hilera es interminable, todos quieren ver por última vez a quien fuera el músico más longevo en activo de Cuba, y un símbolo de la música de este país.
Al compás del estribillo Las mujeres de Bayamo me matan, o Llévame mi china contigo a la loma que quiero bailar el son los holguineros lloran, cantan. “Esa música me duele. Él era una gran persona, muy educada, gentil. Yo pasaba todos sus cumpleaños con él. Recuerdo que un día le pedí que me cantara Dos Gardenias, y le buscó la partitura a sus músicos para complacerme” cuenta Violeta Figueredo, una amiga.
Las paredes sostienen las flores de Raúl Castro, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Miguel Cano Blanco, Eliades Ochoa, el Club del Son Faustino Oramas, la Orquesta Hermanos Avilés, El Buró del Partido y el Poder Popular en Granma, y otros tantos amigos. El Primer Secretario del Partido en la Provincia Miguel Díaz Canel saluda a los familiares.
“¿Ya fuiste a ver al Guayabero?” se comenta en las esquinas. Hasta mañana a las 10:00 am. yacen sus restos en la Periquera. A esa hora comienza la peregrinación, con la Banda Provincial de Música, luego el Orfeón holguinero en el Museo de Ciencias. En el Cementerio de Luz y Caballero, se presenta para dar el último adiós, el Septeto que acompañara al gran músico en los escenarios.
Es difícil ver al Guayabero en el féretro y no con su guitarra y su sombrero cantonié. La verdad es que no faltará un lugar en Holguín y Cuba en que no se canten sus canciones o se recuerde de alguna manera al gran músico y hombre que fue. Dicen los viejos que cuando alguien muere y llueve ese día, es símbolo de que la persona fue buena. Hoy en las calles de Holguín sigue cayendo agua. ¡Santa Palabra!
Aracelys Avilés Suárez
“Yo lo conocí en los años 50, desde entonces ya era un sonero. Recorría todos los bares de Holguín, El Casana, La Terraza, el Capri. Era un hombre muy humilde, complaciente, integral como ser humano”. Así lo recuerda Eugenio Remedios, un holguinero de los tantos que hoy se visten de luto por tener que hablar en pasado del gran Juglar Faustino Oramas.
En el museo La Periquera reposa el Rey del doble sentido, cubierto por la bandera cubana. La hilera es interminable, todos quieren ver por última vez a quien fuera el músico más longevo en activo de Cuba, y un símbolo de la música de este país.
Al compás del estribillo Las mujeres de Bayamo me matan, o Llévame mi china contigo a la loma que quiero bailar el son los holguineros lloran, cantan. “Esa música me duele. Él era una gran persona, muy educada, gentil. Yo pasaba todos sus cumpleaños con él. Recuerdo que un día le pedí que me cantara Dos Gardenias, y le buscó la partitura a sus músicos para complacerme” cuenta Violeta Figueredo, una amiga.
Las paredes sostienen las flores de Raúl Castro, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Miguel Cano Blanco, Eliades Ochoa, el Club del Son Faustino Oramas, la Orquesta Hermanos Avilés, El Buró del Partido y el Poder Popular en Granma, y otros tantos amigos. El Primer Secretario del Partido en la Provincia Miguel Díaz Canel saluda a los familiares.
“¿Ya fuiste a ver al Guayabero?” se comenta en las esquinas. Hasta mañana a las 10:00 am. yacen sus restos en la Periquera. A esa hora comienza la peregrinación, con la Banda Provincial de Música, luego el Orfeón holguinero en el Museo de Ciencias. En el Cementerio de Luz y Caballero, se presenta para dar el último adiós, el Septeto que acompañara al gran músico en los escenarios.
Es difícil ver al Guayabero en el féretro y no con su guitarra y su sombrero cantonié. La verdad es que no faltará un lugar en Holguín y Cuba en que no se canten sus canciones o se recuerde de alguna manera al gran músico y hombre que fue. Dicen los viejos que cuando alguien muere y llueve ese día, es símbolo de que la persona fue buena. Hoy en las calles de Holguín sigue cayendo agua. ¡Santa Palabra!
1 Comments:
Y en el Reino de ese Holguin, hay siempre mujeres tan hermosas?
saludos, muy buen blog.
Post a Comment
<< Home