Muerte Teatral en el celuloide
Aracelys Avilés Suárez
ara@ahora.cu

La ausencia de un teatro en Holguín sigue siendo motivo de inspiración para los creadores de la ciudad. Estudiantes de la filial del ISA hacen suyos los conflictos y fantasmas de un viejo celador, para representar y rendir culto al Eddy Suñol.

Muerte Teatral es el nombre que provisionalmente identifica a este corto de ficción, en el que participan reconocidos artistas del Teatro Dramático y el Lírico Rodrigo Prats. En los protagónicos se encuentran Sergio Ochoa y María Eugenia Candaosa (Meña). Integran, además, el elenco actoral Gonzalo Anta, Fernando Gil y Lourdes Reyes.

Alrededor del corto se agrupan prestigiosas instituciones culturales en la provincia, como es el caso de TeleCristal, el ISA, el Ballet de Cámara de Holguín, el Centro Provincial de Artes Escénicas, la Asociación de Hermanos Saíz (AHS), la Escuela Vocacional de Arte y el Teatro Guiñol.

La dirección fotográfica, a cargo de Frank M. Batista, maneja propuestas novedosas en cuanto a la técnica y el montaje de las luces. La utilización del dolly y la minigib, permite la búsqueda de nuevos ángulos, inusuales en las producciones de la Facultad.

Según Alejandro Palomo, editor lineal y director del corto, el guión se concibió en función de la técnica. Aunque esta es su primera experiencia en la ficción, ha incursionado en el mundo audiovisual con el documental Rastafari, laureado en múltiples festivales nacionales, y “Cuando asalta la memoria”, programa habitual del telecentro holguinero.

El equipo de realización, está integrado, además, por Juan Roche en el Sonido, Grecia Feria y Yadira Araújo, en la producción, Victor Leyva en la edición no lineal y José Alfredo Fernández en la banda sonora.

Humberto González Carro, director del ISA en Holguín, ha valorado a Muerte Teatral como “un trabajo muy profesional, en el que se utiliza un concepto del espectáculo interesante desde el punto de vista dramático”. El también reconocido crítico de cine comenta que el proyecto es un gran taller, por la cantidad de estudiantes involucrados.

La idea nació hace alrededor de un año, a partir de un performance, que nunca llegó a materializarse, sobre la muerte del teatro Eddy Suñol. Parecería que el celuloide llega tarde, pues ya comenzaron los primeros pasos para la tan esperada reparación. Sin embargo su director afirmó al respecto: “aunque hago referencia a la muerte del teatro y ya se habla de una restauración, el corto no pierde vigencia pues lo que busco es resaltar la historia de vida que tiene como institución, todas las personalidades que han estado desde que se fundó hasta que se cerró, y a la vez representar lo que eso ha significado para el pueblo holguinero”.

Vale la pena apostar por Muerte Teatral. Las soluciones dramáticas que busca, sus representaciones simbólicas y lo interesante de sus postulados son una muestra de lo que puede hacerse con pocos recursos y una buena imaginación.

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