Wednesday, March 28, 2007

Santa Palabra: Muere el Guayabero en Holguín
Aracelys Avilés Suárez

“Yo lo conocí en los años 50, desde entonces ya era un sonero. Recorría todos los bares de Holguín, El Casana, La Terraza, el Capri. Era un hombre muy humilde, complaciente, integral como ser humano”. Así lo recuerda Eugenio Remedios, un holguinero de los tantos que hoy se visten de luto por tener que hablar en pasado del gran Juglar Faustino Oramas.

En el museo La Periquera reposa el Rey del doble sentido, cubierto por la bandera cubana. La hilera es interminable, todos quieren ver por última vez a quien fuera el músico más longevo en activo de Cuba, y un símbolo de la música de este país.

Al compás del estribillo Las mujeres de Bayamo me matan, o Llévame mi china contigo a la loma que quiero bailar el son los holguineros lloran, cantan. “Esa música me duele. Él era una gran persona, muy educada, gentil. Yo pasaba todos sus cumpleaños con él. Recuerdo que un día le pedí que me cantara Dos Gardenias, y le buscó la partitura a sus músicos para complacerme” cuenta Violeta Figueredo, una amiga.

Las paredes sostienen las flores de Raúl Castro, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Miguel Cano Blanco, Eliades Ochoa, el Club del Son Faustino Oramas, la Orquesta Hermanos Avilés, El Buró del Partido y el Poder Popular en Granma, y otros tantos amigos. El Primer Secretario del Partido en la Provincia Miguel Díaz Canel saluda a los familiares.

“¿Ya fuiste a ver al Guayabero?” se comenta en las esquinas. Hasta mañana a las 10:00 am. yacen sus restos en la Periquera. A esa hora comienza la peregrinación, con la Banda Provincial de Música, luego el Orfeón holguinero en el Museo de Ciencias. En el Cementerio de Luz y Caballero, se presenta para dar el último adiós, el Septeto que acompañara al gran músico en los escenarios.

Es difícil ver al Guayabero en el féretro y no con su guitarra y su sombrero cantonié. La verdad es que no faltará un lugar en Holguín y Cuba en que no se canten sus canciones o se recuerde de alguna manera al gran músico y hombre que fue. Dicen los viejos que cuando alguien muere y llueve ese día, es símbolo de que la persona fue buena. Hoy en las calles de Holguín sigue cayendo agua. ¡Santa Palabra!

Conmueve la muerte del Guayabero al pueblo holguinero
Aracelys Avilés Suárez

“Faustino es cubanía, es identidad” expresó Cándido Fabré a la multitud holguinera que se reunía en frente del Cementerio de Luz y Caballero para acompañar al Juglar hasta su última morada.

Las sombrillas se abrieron para el agua y para el sol intenso. Todos querían estar ahí en el último momento. Tras el féretro del Rey del Doble Sentido, como solían llamarlo por lo picaresco de sus canciones, caminaban además, numerosas personalidades de la cultura cubana como Gustavo Márquez, otros músicos holguineros y Pancho Amat, que en la hora de hablar del Guayabero exclamó: “Descansa en paz, que nosotros seguiremos dando guerra con tu música”.

Las palabras finales fueron de Abel Acosta, viceministro de Cultura y presidente del Instituto Cubano de la Música. De Faustino dijo ser “el fruto de lo que la Revolución hizo por la cultura”, “la síntesis de la leyenda que como pueblo somos los cubanos”. Afirmó que el Guayabero tenía la medida justa de la temperatura popular, ese don que muy pocos músicos conservan para recoger del pueblo su estado de ánimo y devolverlo hecho canción.

Al ritmo de “Al Guayabero mamá, le quieren dar” y los aplausos de un pueblo que no olvida y honra a sus más queridos y humildes protagonistas, los holguineros pusieron hoy punto a una historia que sigue donde quiera que haya un cubano genuino.


Monday, March 26, 2007

Trabajar en familia
Aracelys Avilés Suárez

“Yo no crío perro; pa’ echarle comida a un perro, se la hecho a un puerco”, protesta Deisy desde la cocina, a más de 640 metros de altura del nivel del mar, en la Academia de Ciencias de Pinares de Mayarí. Los caninos siguen merodeando, hasta que por fin, logran una mirada de piedad y algún bocado.

Esta es la ceremonia de casi todos los días. El comedor es el punto de partida para que los trabajadores del lugar comiencen la jornada y se reencuentren cada vez que llamen el estómago y la buena sazón.

Tal vez ya no se den cuenta, pero en este lugar el olor a madera de pinar se desborda, de la misma forma en que lo hiciera hace 40 años, cuando se inició la construcción de las instalaciones, en un principio destinadas a una Estación de Meteorología, un Museo de Ciencias Naturales, y una Estación Sismológica.

En 1988, surge el Plan Turquino-Manatí. Su impacto en la montaña dio una nueva perspectiva al trabajo de la Academia, que desde entonces se convirtió en un centro de investigación, para dar cauce a las necesidades socioculturales y ecológicas, del recién creado Plan.

Cuatro años después, toma el nombre de Estación de Investigaciones Integrales de la Montaña (EIIM), con la anexión de una Estación Forestal, que funcionaba cercana al lugar.

La Academia es ahora el hogar de 37 obreros, que van y vienen, movidos por la naturaleza de su trabajo. Algunos pasan días sin volver a sus casas, otros alternan las horas diurnas con las de la noche, pero siempre hay alguien dispuesto a recibir al visitante, con ese aire familiar de las personas humildes.

Fuera de la Academia

El quehacer más importante de la Estación se concentra en las investigaciones sociales, los estudios ecológicos, de medioambiente, y los forestales. Todo se cocina en la dirección, bajo la tutela de Rafael Salazar, director de la entidad.

En cuanto a la gestión forestal, en específico, apunta: “se ha logrado la rehabilitación de áreas degradadas por la minería; el aumento del rendimiento de las coníferas, en más de un 15% de madera y resina; y la protección de 19 especies forestales”.

El grupo de Ecología y Medioambiente tiene a su favor la implementación de Programas de Gestión Ambiental para las cuencas hidrográficas. Como resultado, en la última etapa se logró el mejoramiento de 60 Ha. de suelos en áreas de las cuencas. Rafael comenta que el equipo ha realizado, además, Programas de Educación Ambiental; Planes de manejo de áreas protegidas; Servicios de herborización y clasificación de especies de la flora y Estudios de impactos en el medioambiente.

Para el 2007 la Estación se proyecta con el diagnóstico de las cuencas secundarias de Mayarí, la realización de trabajo comunitario con el objetivo de mejorar las condiciones ambientales en el asentamiento poblacional “La Mina” de Pinares y la cuenca hidrográfica de esta zona.

"Tras la huella del jove Fidel" es uno de los proyectos de mayor envergadura emprendidos en la Estación. Félix A. Sabina, y dos investigadores sociales de la Estación, junto a algunos estudiantes de las sedes universitarias de Mayarí trabajan en el reconocimiento de los itinerarios que en sus años de infancia y adolescencia hiciera el máximo líder de la Revolución Cubana, desde su casa en Birán hasta la Sierra de Nipe.

Los objetivos del estudio abarcan, además, la descripción de la vegetación, la realización de un mapa de la ruta y la redacción de un folleto donde se recojan los resultados más importantes. Aunque sin dudas el estudio hace aportes a la historia, se perfila en mayor grado por el corte antropológico, pues recoge las vivencias de un hombre, su modo de actuar y sus relaciones interpersonales en ese período de vida. Afirma Félix que ya se han ubicado algunos informantes claves en Birán.

Mirar al cielo

Félix es uno de los 24 trabajadores que se dedica a la actividad de investigación, su faena va mucho más allá de este lugar increíble de casas hechas con madera, ventanas de cristales divididas en cuatro espacios, y flores silvestres y exóticas. Por eso Félix se va, alzando el polvo de tierra roja.

Aquí se queda Papito, como le dicen todos. Hace casi 25 años trabaja en la Estación Meteorológica. Hoy es el especialista principal y el encargado de supervisar el trabajo de los cinco operadores que tiene bajo su mando, aunque a menudo él mismo hace las mediciones.

El tiempo no espera. Primero observa la cantidad y altura de las nubes en los cuatro puntos cardinales. Todas tienen su clasificación, “aquellos son nimboestratos” me explica. Después mide la presión atmosférica con el barómetro de mercurio, luego la temperatura, la humedad, la dirección y velocidad del viento. Con la agilidad de la experiencia calcula aquí, anota allá y sale disparado para codificar y luego transmitir sus datos al Centro Meteorológico Provincial.

De su mirada y habilidad depende la predicción del tiempo, un misterio que el hombre ha tratado de resolver desde que Aristóteles escribiera su tratado Meteorologica, el estudio sobre “las cosas que han sido elevadas”.

Papito no vive en la Academia, pero pasa una gran parte de su tiempo en ella. Cada tres horas debe explorar el mundo atmosférico en busca de nuevas señales, o asesorar a quienes lo hacen, no importa si es el sereno nocturno o el sol quien lo acompaña.

Ya se siente frío, la noche está cayendo. Los perros vuelven a la cocina, en busca de algo que masticar. En las mesas se reúne la gran familia, Papito, y el resto de sus compañeros. Deisy sirve su sopa deliciosa. Y como todos los días, el olor del pinar inunda, acaricia.

Friday, March 16, 2007

Descifrar la ruta de un líder
Aracelys Avilés Suárez

Las elevaciones de la Loma La Mensura, en Pinares de Mayarí guardan una historia. Tal vez sin ser consciente de ello el joven Fidel Castro formó allí el espíritu guerrillero que años más tarde definieron un rumbo en la vida de su país. Investigadores de la Academia de Ciencias de esta localidad, trabajan en el reconocimiento de los itinerarios que en sus años de infancia y adolescencia hiciera el máximo líder de la Revolución Cubana, desde su casa en Birán hasta la Sierra de Nipe.

Félix A. Sabina, trabajador de la Academia e investigador social, dirige el proyecto cuyos objetivos abarcan, además, la descripción de la vegetación, la mapificación de la ruta y la redacción de un folleto donde se recojan los resultados más importantes.

“Según conocemos, Fidel subió en varias ocasiones a La Mensura, y cada vez se proponía metas más osadas, sin embargo no podemos decir con exactitud cuántas fueron las veces, ni con qué frecuencia; y es posible que ni él mismo lo sepa. Por ello no podemos definir fechas exactas o un orden cronológico”, argumenta Félix.

Aunque sin dudas el estudio va a hacer aportes a la historia, se perfila en mayor grado por el corte antropológico, pues recoge las vivencias de un hombre, su modo de actuar y sus relaciones interpersonales en ese período de vida. Para estos fines la investigación tendrá como base los testimonios ofrecidos por personas que en algún momento conocieron de sus viajes por la Sierra de Nipe. Afirma Félix que ya se han ubicado algunos informantes claves en Birán.

En estos momentos el proyecto se encuentra en la etapa de la revisión bibliográfica, en la organización de la metodología y las líneas de trabajo a seguir. De acuerdo con los textos consultados la ruta no es totalmente desconocida, pues en el libro Antes del Moncada se hace referencia a las excursiones del presidente cubano por la zona de Nipe.

Por su valor cultural e histórico, en la búsqueda se involucran estudiantes de las sedes universitarias de Mayarí. Esta es una manera de vincular al estudiantado, de forma práctica, a su localidad y al trabajo de la academia.

El Fondo Nacional del Medio Ambiente financia el proyecto, que debe realizarse en alrededor de dos años. Aunque el proyecto está "en pañales", se auguran muy buenos resultados. Seguir los pasos de un gran hombre y reconstruir una parte de su historia personal no es una tarea fácil, sin embargo se agradece a quien la emprende.

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Tuesday, March 13, 2007

Una casa para compartir
Aracelys Avilés Suárez

ara@ahora.cu
Fotos: JPablo

“La soledad es un pájaro grande multicolor que ya no tiene alas para volar” dice el cantautor Pablo Milanés y en más de una ocasión se han asociado sus palabras a los que viven en la tercera edad. Asimismo se identifican con la vejez las ideas de inactividad, letargo o espera del fin. Sin embargo, los miembros de la Casa de Abuelos del municipio Mayarí cuentan otra realidad.

Desde su mesa de dominó nos saludan alegres, los rodea la luz de la mañana y la paz de saberse acompañados en la última etapa de su vida. Hace unos años no existía allí más que una casa vieja y desalojada.

Un hermanamiento con el municipio de la comunidad madrileña, Alcorcón, a través de la Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina (OSPAAAL), propició la creación de esta Casa de Abuelos donde diariamente comparten alrededor de 50 personas, junto a una trabajadora social, una terapeuta, estudiantes de Rehabilitación y el personal de servicio.

Maria Justina, una de las abuelas, asegura que en las mañanas se desespera por llegar, y que ni aún la lluvia ha logrado mantenerla en casa. Ella es viuda y tiene dos hijas que trabajan fuera, por eso ahora su familia más cercana es este círculo de contemporáneos que la rodean a diario.

Los ancianos llegan a la institución a través del Médico de Familia. Este se encarga de buscar en su área de salud, personas con más de 60 años, que estén aptos física y mentalmente y que permanezcan solos en la casa más de 8 horas.

Las mañanas empiezan con ejercicios monitoreados por un profesor del Instituto Nacional de Deporte, Educación Física y Recreación (INDER). Después del desayuno, y como parte de la labor terapia, los hombres atienden el jardín, las abuelas ayudan en la cocina con la limpia del arroz, y otras barren. En los horarios de la tarde las actividades varían, en ocasiones se dedican al cine, otras a la literatura.

Cada tres meses se hace una actividad. Las opciones van desde cumpleaños colectivos, viajes a la playa, o conmemoraciones de fechas especiales como el día de las madres y de los padres, el fin de año o el aniversario de la casa, fundada en el 2000.

Tejer, crear…

“Quisimos recordar la época en que veíamos a nuestras madres tejer” expresa Estrella, una de las integrantes del grupo de artesanas del centro. Con orgullo exponen sus piezas en una pequeña sala a la entrada de la casa.

Con la ayuda de Esther Matos, miembro de la ACAA, y el esfuerzo propio, han logrado un trabajo sostenido que se vincula muy de cerca a la sociedad. Un ejemplo de ello es la canastilla que regalan al primer niño que nace el 28 de enero en conmemoración al natalicio del Apóstol José Martí. En sus aproximadamente seis años de creados han expuesto en el Centro de Arte de Mayarí, y en otros espacios galéricos.

El arte de saber vivir

Ariel Pupo Zapata recientemente escribió un poema dedicado al presidente cubano Fidel y a los cinco héroes prisioneros del imperio. Hace algunas noches los mayariceros fueron a la Casa de la Cultura para oírlo recitar. Ariel pertenece al Taller Literario de su Casa de Abuelos.

Uno toca la guitarra mientras los demás cantan y recuerdan la música que vivieran en sus años mozos. Los que pertenecen al grupo de danza ensayan un día de la semana con el instructor de la Casa de la Cultura, en otra sala se oyen las voces de quienes representan “Francisca y la muerte”, su obra más conocida, aunque este pequeño grupo de teatro ya ha montado “El caballero de Pogolote” y “Las abuelas se revelan”.

Las Cátedras Universitarias para el Adulto Mayor comenzaron. Los cursos básicos y opcionales que se ofrecen tienen como objetivo elevar la autoestima de quienes arriban a los “años altos” y prepararlos para enfrentar una vejez satisfactoria.

Algunos abuelos nos miran extrañados, se sienten los golpes de las fichas de dominó en la mesa, y el balancear de los que no alcanzaron puesto o que prefieren conversar con sus amigos. Al final un grupo se acerca y conversamos. “Esta es mi otra casa, mejor no la quiero” me comenta Adela, otra de las adultas mayores que habitan el lugar.

En esta geografía no da miedo llegar a la tercera edad. Ir en contra de la inmovilidad y la inercia es el lema de la Casa, hecha para compartir y celebrar la vida.

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Monday, March 05, 2007

Dial ISA: una propuesta diferente

Aracelys Avilés Suárez

ara@ahora.cu

Se puede hacer buena radio. Más allá de los convencionalismos, las frases viciadas, y la cursilería, aún encontramos una voz en el Dial que llame al arte de vanguardia. Las coordenadas: los 96.1 Mh del domingo a las 10:30 a.m.

Con la ayuda de la emisora Radio Holguín La Nueva, se hace realidad este viejo sueño. “Dial ISA” es un programa hecho por los estudiantes del Instituto Superior de Arte en esta ciudad, con el objetivo de promover sus trabajos. Los realizadores muestran y proponen, además, una manera novedosa de decir y hacer radio.

El antecedente más cercano de esta idea, son las prácticas laborales que realizaban los alumnos de cuarto año, en la emisora “La voz del Níquel” de Moa en la década del 90, comentó Humberto González Carro, director de la filial, quien asegura además que este proyecto no existe en ninguna otra entidad del ISA en el país.

“Por el ojo de la aguja” es la sección de crítica, donde, en su mayoría, especialistas valoran temas tan controvertidos como el concepto de cultura o la programación de la radio holguinera. No obstante, en los 40 minutos que dura el programa, los participantes de cada emisión expresan sus juicios, criterios muy propios, arriesgados y que no rayan en lo superficial.

“Close-up” acerca a los radioescuchas, mediante la entrevista, a los egresados de la filial y miembros del claustro de profesores. Otro punto a favor lo tiene la locución, nada de voces engoladas o impostadas, nada de clichés.

En la música, Dial ISA va al rescate de lo cubano. También se promociona el ámbito musical holguinero, orientado desde la perspectiva de la modalidad de canto lírico. La Facultad donde se preparan los intérpretes de este género también encuentra espacio.

La idea es que todos los estudiantes participen. No existe un equipo de realización fijo, aunque cada emisión tiene su director, locutor, productor y editor bien determinados.

Lo cierto es que Dial ISA entretiene sin caer en la banalidad. Con sentido del humor y de lo que es el buen arte, sus realizadores son espejo de ellos mismos y de la ciudad que habitan.

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